Con una tarea destellante de sus backs y cuatro tries en el segundo tiempo, Australia superó 32 a 6 a Italia con bonus en el North Harbour Stadium en la apertura del Grupo C de la RWC de Nueva Zelanda.
Nobleza obliga, no se puede decir que los Wallabies arrancaron dormidos el partido, sino que los tanos hicieron las cosas de manera inteligente con el clima a favor. Claro, la lluvia le vino bien al planteo de Nick Mallett: esconder la pelota lo máximo posible y restarle opciones ofensivas a los brillantes medios aussies.
Fue por eso que la chapa quedó clavada en un escueto 6 a 6 tras lo 40 minutos iniciales. Dos penales de Mirco Bergamasco contra dos de Quade Cooper.
Pero cuando la lluvia aflojó, la pelota se secó y la pasión de los italianos empezó a ceder ante el cansancio, la magia de los backs de los Wallabies apareció en todo su esplendor en un par de pinceladas que fueron para colgar en un cuadrito.
El pack amarillo le tomó las mañas a los tanos y la batalla por la pelota fue más pareja. Con opciones, Will Genia y Cooper hicieron estragos y en sólo un cuarto de hora definieron el partido.
En los highlights de la semana seguramente aparecerán las conquistas de James O'Connor y de Digby Ioane.
La primera fue producto de una combinación 9-10-12 que le abrió el camino a la joven promesa-realidad del rugby aussie. La segunda fue una perlita de Ioane, uno de lo jugadores más explosivos de la actualidad, que puso quinta enjabonado y se escapó a varias marcas para apoyar el último try del partido.
En el aniversario de la caída de las Torres Gemelas, Estados Unidos terminó perdiendo ante Irlanda por 22-10. El conjunto americano casi da el golpe y el Grupo C tembló, pero los de verde terminaron adaptándose a los contratiempos y festejaron.
No le resultó para nada fácil a Irlanda vencer a Estados Unidos, un equipo que propuso pelea, que complicó el trámite a lo largo de los 80 minutos y que usó el tackle como una muralla para no permitirle a los europeos, amplios candidatos a llevarse el encuentro, a retirarse con una goleada en el debut.
¿Los irlandeses jugaron con suplentes? Para nada. En su estreno, Declan Kidney puso lo mejor que tuvo a disposición: Brian O'Driscoll, Gordon D'Arcy, Tommy Bowe, Geordan Murphy, Jamie Heaslip... En fin, al mejor equipo del Trébol se le complicó más de la cuenta ante las Águilas.
Recién a los 15 minutos los de verde pudieron sumar. Fue a través de un penal de Jonathan Sexton y, sobre el cierre del primer tiempo, cuando ambos equipos ya pensaban en el descanso, Bowe quebró la resistencia y apoyó el primer try del partido. Convertido por el apertura, Irlanda llegó al vestuario 10-0 por encima de su adversario.
Dio sus frutos la presión de Estados Unidos, que en el complemento fue quien reanudó la cuenta en la chapa gracias a un penal de James Paterson y le quitó la posesión de la pelota por algunos instantes a su rival.
Estuvo cerca el combinado de Eddie O'Sullivan, con Takudza Ngwenya y Todd Clever encabezando los mejores movimientos, pero Irlanda fue el que volvió a golpear y, además, en dos ocasiones: gracias a Rory Best y -nuevamente- Bowe.
Sudáfrica tuvo que sufrir más de la cuenta para doblegar al envalentonado Gales, pero acabo imponiéndose por 17 a 16 en la presentación de ambos en la RWC. Pese al buen partido, los británicos siguen sin poder quebrar la racha negativa ante los campeones del mundo.
Cuatro minutos tardó el defensor del título en adelantarse con una gran jugada colectiva manteniendo el control de la pelota en el contacto, para que Frans Steyn sea el encargado de firmar esa maniobra ingresando a puro topetazo en la zona roja.
Ese impacto inicial le dio paso a la reacción roja que dispuso de dos penales para acortar distancias pero James Hook aprovechó sólo uno para quedar 7 a 3 abajo. El que no dudó a la hora de acertar a las haches fue el apertura de los de verde que cambió por puntos una infracción para sacar ventaja de siete.
A falta de diez minutos para el cierre, el 15 de los colorado se redimió acertando una acción favorable para decretar el 10 a 6 con que el que se fueron al descanso.
La sorpresa que generaron los sudafricanos al comienzo del partido, fue imitada por su rival que golpeó al inicio del complemento por intermedio de su fullback, para luego darle paso a la potencia del samoano Toby Faletau que irrumpió a pura potencia para zambullirse en le ingoal y pasar al frente por primera vez.
Golpeado en su orgullo, Peter De Villiers movió el banco y mandó a la cancha a Francois Hougaard por Bryan Habanna en la búsqueda de un mayor dinamismo. Y esa confianza pagó réditos, porque el wing utilizó su velocidad para explotar un agujero y lanzarse en palomita debajo de las haches.
Sin embargo, esa furia incontrolable de los británicos llevó el desarrollo a la zona de definición adversaria y dispuso de dos ocasiones clarísimas para anotar: un drop bajo los palos que Priestland desperdició y un penal de Hook que se le fue por el primer palo.
Esa falta de tino en los metros finales fue la mínima diferencia que hubo entre ambos y por eso los actuales campeones acabaron levantando los brazos y festejando una victoria que vale mucho más que cuatro puntos.
FUENTE: RUGBY FUN
No hay comentarios:
Publicar un comentario