Samoa comenzó su campaña en el Grupo D de la RWC de Nueva Zelanda pisando fuerte con una goleada aplanadora ante Namibia por 49 a 12 en Rotorua. Los isleños se despacharon con seis tries -un triplete de Alesana Tuilagi incluido-.
Apenas le tomó 49 segundos a los dirigidos por Dickie Tafua inaugurar el ingoal rival con la corrida de Fotuali'.
Lo que vino después no fue nada lindo para los namibios, que no estuvieron en partido en ningún momento del encuentro.
Antes de llegar al medio tiempo ya había apoyado Tuilagi dos veces, más las patadas de Pisi -10 puntos en total- para un parcial de 25-0.
El complemento representó la mejor oportunidad para recortar distancias en la chapa para Namibia. La amarilla de Williams en el cierre del primer tiempo dejó a los samoanos con un hombre menos.
Sin embargo nada pudieron hacer los africanos. Por lo menos no antes de que los de azul golpearan de nuevo con el tercer try de Tuilagi y el primero de Williams, que además clavó un penal y dos conversiones. Las cosas ya estaban 42-0 a los 60 minutos de juego. La-pi-da-rio.
La vergüenza deportiva impulsó a Namibia a descontar con las llegadas al ingoal de Van Wyk y Kotze -la segunda con 14 jugadores por el sin bin de Kitshoff-.
En el medio Samoa completó la paliza con un try penal convertido y dejó en claro que será un hueso duro de roer en el dificilísimo Grupo D. Sudáfrica, Gales y Fiji tendrán que sufrirlo también.
Así, neutralizando los ataques y con el oportunismo de un lúcido Van Der Merwe que supo explotar los espacios que encontró a su paso, los de rojo pasaron al frente gracias a una maniobra del propio centro que asistió a Ryan Smith para que éste le ceda la conquista a Jebb Sinclair. Trece minutos más tarde, James Pritchard amplió la cuenta con un penal bajo los postes para quedar 10 a 0 arriba.
Sin embargo, cuando el primer tiempo se moría los de rojo hicieron pesar su potencia física insistiendo por el eje profundo con sus delanteros, para que una vez liberada sea Siale Piutau el encargado de romper el cerrojo defensivo y decretar el 10 a 7 parcial.
Si bien la ventaja de tres puntos se mantenía luego de un penal por bando, los oceánicos profundizaron esas pequeñas grietas que encontraron al cierre de la primera etapa, para que Piutau repita la acción y ponga arriba a su equipo por primera vez en el partido.
Un penal ponía las cosas 20 a 13 para Tonga, aunque su rival no se rindió y aprovechó dos desatenciones defensivas - una pelota perdida por Finau Maka y la ausencia de un poste defensivo- para llegar al ingoal por intermedio de Aaron Carpenter y Phil Mackenzie y de esta manera inclinar la balanza a su favor con el 25 a 20 que reflejaba el tanteador.
Ante la desventaja, los isleños volvieron a arrinconar a su rival e intentaron por todos los medios quebrarlo, pero la disciplina para saber qué y cómo conseguirlo le dieron el merecido éxito a los canadienses en su debut copero.
El desarrollo del partido estuvo a tono con la hora de transmisión en Argentina. Los bostezos estuvieron a la orden del día en un choque que tuvo más de rústico que de interesante.
Escocia, por segundo partido al hilo, falló en convencer y esta vez ni siquiera pudo cruzar la línea de ingoal ante un rival de menor categoría.
Por el lado de los Lelos, que hace cuatro años le hicieron la vida complicada a Los Pumas en Francia 2007, fue pura entrega. Pero claro, es un equipo limitado que sólo cuenta con el poderío físico de su pack y a la patada de burro de su apertura, Merab Kvirikashvili, como armas.
Nada se le puede reclamar a Georgia. En cambio no se puede decir lo mismo de Escocia, que necesitó del pie de Dan Parks una vez más para sumar de a tres. El 10 clavó cuatro penales y un drop -tristemente quedó como el highlight del partido-.
¿Le faltaron oportunidades para apoyar a los muchachos de Andy Robinson? No, tuvieron varias. Pero su falta de precisión, sumada la incansable vocación de tackle de los Lelos, saboteó todas ellas.
Rory Lamont, desde el fondo, fue el que más peligro acercó, pero siempre estuvo bien marcado -a veces lo tackleraron de a tres-. El resto de las chances se despilfarraron por el pobre manejo de la pelota. Tanto fue así que la figura del encuentro fue el octavo Kelly Brown, por su trabajo en los rucks.
Los últimos rendimientos de Escocia ante Rumania y Georgia siembran dudas sobre el resultado ante los Puma, con quien dentro de dos semanas seguramente se jugarán la clasificación a los cuartos de final.
FUENTE: RUGBY FUN
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario