El juego es entre London Irish y Gloucester, y ante la reincidencia de la infracción, se puede ver a los jugadores contrarios aplaudiendo a su alrededor esperando lo inevitable. Él arbitro llama al jugador culpable para enseñarle lo que todos esperamos. Lo que él hace es absolutamente genial, quien dice que los árbitros no tienen sentido del humor.( los de fuera, claro)
Delicias dublinesas
Hace 1 año
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