El partido comenzaba con un juego equilibrado y dinámico por parte de ambos equipos, que depositaban en el juego a la mano la mayor parte de sus esperanzas ofensivas. Irlanda actuaba bien en los placajes, contra los que su oponente se estrellaba una y otra vez.
Sexton disponía en el minuto 7 de la primera oportunidad de estrenar el marcador. Mientras la mayoría de aficionados que esta tarde habían acudido al Stade de France trataban de acallar los abucheos de unos cuantos energúmenos contra el pateador del equipo rival, el apertura irlandés fallaba un golpe lejano pero centrado, que se escapaba a la izquierda de los palos franceses.
Sin embargo, siete minutos después, el ala Tommy Bowe conseguía ensayar bajo palos después de haber interceptado un pase de Rougerie a Poitrenaud en la línea de 10 francesa (0–7).
La tres cuartos local comenzó a funcionar entonces, y poco después creaba la ocasión de peligro más clara hasta el momento. Un golpe de castigo a favor del XV del Gallo sobre la línea de 5 irlandesa, se transformaba en los tres primeros puntos para los de Saint–André (3–7).
No obstante, Irlanda daba la impresión de poder sumar puntos con más facilidad que su rival. En el minuto 26, Sexton pasaba otro golpe (3–10), que era contestado en el 30 por otro de Parra (6–10). El apertura francés Trinh–Duc, magnífico tanto en el juego de ocupación como en el juego a la mano, era el eje sobre el que pivotaba todo el juego ofensivo de su equipo.
En el minuto 34 llegaba una jugada determinante para el resultado final de un encuentro tan equilibrado como el de hoy. Viniendo de una posición de fuera de juego, el pilier irlandés Cian Healy obstaculizaba la progresión de un rival, lo que bien podría haber merecido una tarjeta amarilla, con la correspondiente exclusión del campo de juego durante 10 minutos.
Sin embargo, el árbitro inglés Dave Pearson ha preferido zanjar la cuestión con un golpe de castigo a favor de los franceses, y la correspondiente advertencia al capitán irlandés Paul O’Connell. Para más desgracia local, Morgan Parra fallaba la conversión a palos.
Las cosas se ponían peor todavía para los franceses cuando poco antes del descanso, Tommy Bowe ensayaba de nuevo tras culminar, con un autopase al pie, una jugada genial de la línea irlandesa que había comenzado cerca de la 22 propia (6–17).
El comienzo de la segunda parte resultó más propicio para los intereses del XV local. En el minuto 47, Parra pasaba un golpe (9–17), y en el 51, Wesley Fofana arrebataba un oval sin dueño en la línea de 10 irlandesa para realizar su tercer ensayo en su tercer partido como internacional con Francia (14–17). Parra fallaba la transformación, pero seis minutos después conseguía empatar el encuentro con la transformación de un nuevo golpe (17–17).
A pesar de estos contratiempos, el XV del Trébol buscaba la victoria no sólo con más convicción, sino también con una mayor solvencia ofensiva. Francia, por su parte, demostraba sobre el césped del Stade de France que las dificultades por las que atravesó la semana pasada para derrotar a Escocia (un rival técnica y físicamente inferior a los irlandeses) no fueron fruto de un mal día.
El encuentro entraba en sus últimos diez minutos con un empate en el marcador que no servía para aspiraciones de ninguno de los dos contendientes. Francia apostó por su delantera para conseguir la victoria, pero una y otra vez se topaba con una defensa irlandesa bien posicionada, mientras el reloj avanzaba sin pausa.
Beauxis, a la desesperada, intentaba dos drops en las postrimerías del partido (ambos interceptados nada más salir de su bota), mientras la grada del Stade de France cantaba La Marsellesa.
Resultado final, un 17–17 que supone un inconveniente mayor para Irlanda (que ya tenía en su casillero una derrota ante Gales), que para Francia, que sigue dependiendo de sí misma para ganar el Seis Naciones 2012, en caso de que gane sus dos próximos partidos ante Inglaterra en el Stade de France, y ante Gales en el Millennium Stadium de Cardiff.
FUENTE: JAVIER GRIMAL-CRONICA DE ARAGON
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