domingo, 13 de marzo de 2011

SEIS NACIONES 4ª JORNADA, SORPRESAS, ERRORES ARBITRALES Y CALCUTA CUP

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ITALIA VS FRANCIA
(
CRONICA:JAVIER GRIMAL-Cronica de Aragón)

La tarde del sabado 12 de marzo, el rugby italiano ha escrito la que posiblemente es la página más brillante de su historia, al vencer a uno de los grandes del Seis Naciones. Francia, la actual campeona del torneo, caía derrotada por 22 a 21 en un Stadio Flaminio que esta tarde fue emoción, empuje, determinación y éxtasis.

Una Italia muy motivada se adelantaba en el marcador en el minuto 2 con un golpe frente a palos transformado por Mirco Bergamasco (3–0). Los primeros seis minutos se jugaron en terreno francés, con un dominio casi absoluto del XV local. Trinh–Duc intentaba desatascar a su equipo haciendo uso del juego al pie, pero el empuje italiano neutralizaba las certeras patadas del apertura francés.

Alrededor del minuto 10 llegaba el primer ataque organizado por los franceses en terreno italiano, aunque la buena defensa local les hizo recular desde la línea de 10 italiana hasta la línea de 10 francesa, para recuperar luego el oval.

Sin embargo, un robo de balón en propio campo por parte de Trinh–Duc (sin duda, el mejor jugador del XV del Gallo en el día de hoy), motivó una rápida jugada de la tres cuartos francesa, con un placaje sin balón sobre Yoann Huget que no fue percibido por el árbitro neozelandés Bryce Lawrence.

La continuación de la jugada espoleó a los galos, que en medio de un ataque desorganizado, conseguían su primer ensayo en el minuto 13 por mediación de Vincent Clerc (3–5).

El ensayo activó el juego francés, que en la jugada siguiente ampliaba su ventaja con un golpe pasado por Morgan Parra (3–8), que era contrarrestado poco después por otro de Mirco Bergamasco (6–8).

Los franceses intentaban avanzar con el recurso del pick and go, pero lejos de conseguirlo, retrocedían. El XV del Gallo sólo creaba peligro cuando la velocidad de sus tres cuartos desbordaba la primera cortina defensiva italiana, y eso, raramente ocurría.

De hecho, la primera parte terminaba en campo francés, con la incógnita de saber si los italianos serían capaces o no de mantener su tono físico y su concentración a lo largo del segundo tiempo.






Francia comenzó la segunda parte mejor que la primera. Un golpe de castigo pasado por Parra en el minuto 44 (6–11), y un ensayo conseguido y transformado por él mismo, después de que Trinh–Duc aprovechara un intervalo defensivo en la zona de 22 italiana (6–18), establecía en el marcador la ventaja necesaria para que el XV del Gallo volviera a dormirse en los laureles.

Además, Bergamasco fallaba dos golpes consecutivos en los minutos 54 y 56, incrementando la confianza de los franceses en sí mismos.

Craso error, porque Italia se vino arriba, recuperando dominio y territorio. El hoy zaguero italiano, y mejor jugador del encuentro, Andrea Masi, lograba culminar con ensayo una elaboradísima jugada en la que los italianos pelearon cada centímetro de avance. Bergamasco transformaba, y el delirio se apoderaba de la grada del Flaminio (13–18).

A falta de 17 minutos para el final, Bergamasco pasaba otro golpe de castigo, reduciendo la ventaja francesa a sólo dos puntos (16–18). La desesperación del XV del Gallo se materializaba en un drop fallado por Trinh–Duc, y en un arriesgado golpe (ladeado y desde 45 metros) que consiguió transformar Parra en el minuto 66, sin que ni siquiera pasara por la cabeza de los franceses lanzar a touche para intentar el ensayo (16–21).

Sin embargo, cuatro minutos más tarde, Bergamasco replicaba el golpe francés con otro que ponía en el marcador un esperanzador/inquietante (según los colores) 19–21, a falta de diez minutos para el final.

Italia estaba volcada al ataque, ante la posibilidad de vencer por primera vez a Francia en el Seis Naciones, un honor que sólo había conseguido en 1997 durante un partido amistoso que el XV del Laurel venció por 40–32.

Francia se veía obligada a cometer faltas para defenderse. De una de ellas, en el minuto 75, surgía el golpe de castigo que iba a poner a Italia por delante en el marcador. Bergamasco convertía un lanzamiento ladeado desde más de 40 metros, mientras la grada del Flaminio caía presa de la euforia (22–21).

Durante los cinco minutos restantes, Italia se empleó a fondo para esconder el oval, mientras Francia daba lo mejor de sí misma para dar la vuelta al marcador. Pero todo el esfuerzo de los galos fue insuficiente ya que el pitido final de Lawrence rubricaba la victoria del XV del Laurel, que llevaba aparejada además la obtención del Trofeo Garibaldi, que desde 2007 premia al vencedor del encuentro entre Francia e Italia, y que hasta hoy había caído siempre del lado francés.

Una jornada memorable que los aficionados italianos al rugby –cada vez más numerosos– guardarán durante mucho tiempo en sus retinas.

Francia, sin embargo, se despide de revalidar su título de vencedora del Seis Naciones, y aprende una lección muy valiosa de cara a la próxima Copa del Mundo, que se empezará a disputar en Nueva Zelanda en septiembre y octubre próximos.



GALES VS IRLANDA (CRONICA:JAVIER GRIMAL-Cronica de Aragón)

Mal (o quizá bien) empezaron las cosas para los irlandeses, ya que antes de que se cumpliera un minuto de juego, el hoy medio melé suplente Peter Stringer debía sustituir al titular, Eoin Reddan, después de que éste quedase conmocionado por interceptar con el rostro un balón lanzado en patada larga por los galeses.

Sin embargo, en el minuto 2 una genialidad de Stringer traía consigo el primer ensayo del XV del Trébol, de la mano de Brian O’Driscoll (0–7).

En los primeros minutos de juego, se pudo ver un gran rugby por parte de ambos equipos, con una circulación del oval muy fluida, y un buen despliegue de casi todos los recursos ofensivos y defensivos que ofrece este deporte. No en vano, estaban jugando dos de los mejores aperturas del panorama internacional, James Hook en Gales y Ronan O’Gara en Irlanda.

Dieciséis minutos tardó en llegar el primer golpe de castigo del partido, esta vez lanzado a palos y transformado por Hook (3–7). Sin duda, una buena recompensa al dominio que los locales ejercían sobre el césped del Millennium.

En medio de un juego brillante, el marcador se iba moviendo a través de golpes de castigo transformados. De Hook para Gales en el minuto 27 (6–7), de O’Gara para Irlanda en el 32 (6–10), de Halfpenny para los locales en el 37 (9–10), y de O’Gara de nuevo para Irlanda, en el minuto 40, después que una de las mejores jugadas de ataque del XV del Trébol (9–13).

La segunda parte siguió la tónica de la primera, aunque con una mayor determinación ofensiva por parte de Gales.



Sin embargo, no iba a ser este empuje sino un clamoroso error del árbitro sudafricano Jonathan Kaplan, el que iba a desequilibrar el partido a favor del XV del Dragón. En el minuto 50, el medio melé local Michael Phillips ensayaba después de que su equipo sacara rápidamente una touche con un balón distinto al que había salido del terreno de juego (16–13).

Un fallo impropio de una competición como el VI Naciones, sobre todo, teniendo en cuenta que el juez de vídeo podría haber determinado fácilmente la ilegalidad de la acción, en caso de que Kaplan le hubiera consultado, en lugar de agarrarse a la soberbia de quien cree tener razón y no la tiene.

A partir de este momento, el juego perdió intensidad. Irlanda intentaba ganar metros con el juego al pie, y Gales se defendía como podía. Sólo un golpe transformado por Hook en el minuto 68 (19–13) iba a alterar ya el marcador, a pesar de que Irlanda dispuso del último ataque en la zona de 22 galesa.

El XV del Trébol pierde sus opciones de triunfo en este VI Naciones 2011, mientras que Gales se jugará todas sus cartas el sábado próximo en territorio francés, esperando un tropiezo de los ingleses el próximo sábado ante Irlanda.


INGLATERRA VS ESCOCIA
(CRONICA:JAVIER GRIMAL-Cronica de Aragón)

Inglaterra ha vencido este domingo a Escocia sobre el césped de Twickenham, en un partido al que le sobraron los 65 primeros minutos. De este modo, los de Martin Johnson dan un paso más hacia su décimo tercer Gran Slam, que les espera el próximo sábado en el nuevo Aviva Stadium de Dublín, si vencen a Irlanda.

Escocia se adelantaba hoy en el marcador con un golpe transformado por Chris Paterson en el minuto 3 (0–3). Las faltas y los errores protagonizaron el comienzo del partido. En los cinco primeros minutos de juego, Inglaterra ya había sido penalizada con tres golpes de castigo (dos en el ruck y uno en la melé), mientras que Escocia había perdido dos penalty–touches.

El juego era trabado, con poca circulación del oval. Inglaterra empataba en el minuto 15 con un golpe pasado por Toby Flood (3–3), en un partido demasiado igualado sobre el césped, teniendo en cuenta la diferencia de potencial entre ambos equipos.

Paterson volvía a adelantar al XV del Cardo en el minuto 23 (3–6) después de una larga ofensiva escocesa en la zona de 22 rival, pero Flood le daba la vuelta al marcador con dos golpes transformados en los minutos 23 y 30 (9–6).

Ambas defensas presentaban un alto de grado de concentración, impidiendo que las ofensivas rivales culminasen en ensayo. Su labor se veía favorecida por los ataques de los dos equipos, que desplegaron muy pocos recursos, utilizando casi en exclusiva el juego a la mano y despreciando otras alternativas como el juego de ocupación o el avance en maul.

Poco a poco, el dominio y la posesión se iban decantando del lado inglés, aunque la primera parte concluía con un drop lanzado por el apertura escocés Ruaridh Jackson, que empataba el encuentro (9–9).



El dominio del XV de la Rosa se materializaba en el minuto 42 con la primera ruptura clara de la línea de ventaja escocesa por parte de Inglaterra, que estuvo a punto de terminar con el primer ensayo local a cargo de Tom Wood.

Aparte de esto, durante los primeros 25 minutos de la segunda parte, la monotonía del juego sólo se vio alterada por la tarjeta amarilla que vio el escocés John Barclay (min. 57) por antijuego en el ruck –con posterior golpe de castigo transformado por Flood (12–9)– y por la lesión del árbitro, el francés Romain Poite, que debió ser sustituido por el cuatro árbitro, Andrew Small (min. 59).

El juego era tan anodino que, en esta fase del partido, la única incógnita sobre el campo era saber quién pasaría más golpes de castigo entre los palos.

Pero en el minuto 65 cambió el encuentro, justo después de que Jonny Wilkinson sustituyera a Toby Flood como apertura local. Un pase profundo del gran capitán provocaba la que hasta el momento era la mejor ocasión de ataque del XV de la Rosa. Sin embargo, el zaguero escocés Chris Paterson malograba la oportunidad al realizar un espectacular placaje sobre su homólogo Ben Foden, a tan solo cinco metros de la línea de ensayo, cuando éste terminaba su sprint en solitario para posar el oval en la zona de marca.

El “Swing low, sweet chariot” sonaba a capella en la grada de Twickenham, y es que por fin ocurría algo interesante sobre el césped. Dos minutos después, y tras otro magistral pase profundo de Wilkinson, los ingleses conseguían superioridad en el lado izquierdo de su ataque, y Tom Croft lograba el primer ensayo para los locales, posteriormente transformado por Wilkinson (19–9).

El ensayo de Croft sonaba a sentencia, sobre todo porque la posesión era inglesa (69%) y también el dominio del territorio (57%). Pero aún habría tiempo para la emoción. En el minuto 73, Max Evans ensayaba para Escocia, tras un perfecto autopase al pie en la zona de 22 inglesa. La transformación de Paterson colocaba el 19–16 en un marcador que sólo se iba a mover para reflejar un nuevo golpe transformado por Wilkinson en el minuto 79 (22–16).




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